Alimentos ricos en calcio: qué productos contienen este metal y qué beneficios aporta a nuestro organismo.

Todos nosotros somos perfectamente conscientes de la importancia de una correcta alimentación, un hábito que ejerce una acción determinante en cualquier fase de nuestra existencia. Una nutrición sana nos ayuda, en primer lugar, a salvaguardar el propio cuerpo de los problemas que pueden surgir con los años, causados por y, sobre todo, el envejecimiento. Al mismo tiempo, es necesario tener muy en cuenta lo que el cuerpo realmente necesita, evitando así situaciones que traigan consigo carencias de sustancias consideradas esenciales. Un ejemplo fundamental se da en la presencia de calcio en los alimentos.
Alimentos ricos en calcio
El calcio es un elemento que posee una gran importancia y que está relacionado con gran parte de las funciones de nuestro organismo. Esta relevancia es fácilmente constatable si tenemos en cuenta que este mineral es uno de los elementos principales presentes en el interior del cuerpo humano, con una acción predominante en lo que respecta a las siguientes actividades:
Contribuye a la formación y mantenimiento de los huesos, dientes y de su mineralización;
Regula la actividad de las enzimas;
Coordina la comunicación entre las células;
Normaliza el valor de la presión sanguínea;
Favorece la contracción muscular.
A tenor de lo mencionado, puede observarse que el calcio y sus propiedades son indispensabes para la constitución del aparato locomotor y dental. Pero existe otro aspecto que no debemos infravalorar, concretamente aquel que se refiere a la contracción de los músculos, vinculado a otro órgano fundamental: el corazón. El corazón es, de hecho, un músculo y, por ello, la ausencia de este mineral puede provocar serias alteraciones del ritmo cardíaco.
El calcio en los alimentos: dónde encontrarlo

En base a los datos recogidos por el CREA (Consejo para la Investigación en Agricultura y el Análisis de la Economía Agraria), entre los alimentos ricos en calcio podemos hacer una distinción entre aquellos de origen animal y los de origen vegetal. Respecto al primer grupo, tenemos ineludiblemente que nombrar a los quesos, destacando el pecorino y el grana, con 1000 mg. por cada 100 gr. de producto; en menor medida, encontramos el Emmental y el provolone (alrededor de 700 mg.), la mozzarella y el feta (500 mg.), el latte y la ricotta (menos de 200 mg.). Entre los productos del mar, podemos citar las anchoas, boquerones, gambas y calamares.
Mención especial merecen los alimentos vegetales ricos en calcio, ya que existen un sinfín de variedades a disposición del consumidor. Las hierbas aromáticas presentan una concentración elevada del mineral en cuestión, con más de 2000 mg. por cada 100 gr. presentes en la albahaca. Poco inferior a esta cifra la encontramos en la canela, la salvia o el tomillo (superior a 1500 mg.). Entre otros productos de consumo diario, estarían el tofu (alrededor de 300 mg.), las judías y las almendras (200 mg.) o los higos (50).
Además, hay algunas materias primas que obstaculizan la absorción de calcio, entre las que se encuentran las bebidas gaseosas, los fármacos para el tratamiento de la hipertensión, los embutidos y el consumo excesivo de chocolate y productos integrales.
Cuándo tomar alimentos ricos en calcio (y en qué cantidad)
Es importante consumir alimentos ricos en calcio de forma constante a lo largo de toda la vida, pero en especial durante algunos momentos específicos. A partir de los 50 años, nuestro cuerpo absorbe el mineral en menor medida, causando así problemas relacionados con el paso de los años como la artrosis o la osteoporosis. La escasa asimilación se da también en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ya que transfieren dicho elemento al futuro bebé.
Según las directrices de la SINU (Sociedad Italiana de Nutrición Humana), cada individuo debe consumir la cantidad de 800 miligramos diarios, por encima de los 1000 mg. si se está esperando un hijo (o se está en fase de lactancia), o en edades avanzadas.